lunes, 9 de marzo de 2009


Recientemente me he aficionado a varios cafes en una especie de preseleccion de lo que será mi Zucre o mi Buenas Migas en Copenhaguen. En esta selección hay hits, y hoy hablaré de uno y de más cosas. Ese hit es Jazz Cafe, por lo pretencioso y tipico que pueda parecer el nombre el sitio me gusta, basicamente se articula en dos estancias, una pequeña con una barra y pocas mesas (4) y una grande donde al fondo tienen vinilos y discos para escuchar comprar y hacer las delicias de los jazzeros tan tipicos en cualquier ciudad, sea Ferrol sea Coiros. A parte del sitio el otro día estaba sentada tomando un cafe como no Cafe au lait con mi galleta de anis que dan de regalete en la mesa de enfrente de la barra, habia 5 personas en la cola, y en un momento vi como dos masas se movian aceleradas y a empujones, me fije y iran dos señores mayores de unos ochenta años que como niños habian entrado corriendo a mirar que tarta tenian hoy. Mientras seguían impacientes en la cola hablaban efusivamente en danés (estos momentos de no entender nada los odio), cuando llegan a la chica piden dos cafes y dos cachos de tarta, habían esperado 10 minutos aprox. Se van a la mesa con los cafes (un día explicare el sistema de cafeterias danes, no te llevan las cosas a la mesa, solo lo que ellos te indican que llevaran, y pagas at the moment) y uno vuelve rapido, le dice algo agitado a la chica, colandose a 5 personas, estas 5 alucinando, cuando me doy cuenta de lo que le falta es la galleta de anis, que la quería ya por que no le aprovechaba el cafe sin ella, y la tarta rapidito vamos... Ante esta inquietud infantil me di cuenta de que ese Señor de 80 años no debería de esperar ninguna cola, que la esperen los 5 restantes que les queda más tiempo. No colas para mayores de 70 años, a ellos el tiempo les apremia y no estan hechos para esperas.









1 comentario:

  1. Claro! Ahora entiendo porque las señoras mayores se cuelan en el bus, en la carnicería, en la caja del super... ;-)

    Es un placer compartir con ud. momentos del realismo pictórico. Se la extraña, my dear.

    ResponderEliminar